Asegura que la creación de empleo se dificulta por las condiciones del país. Y opina que por la cantidad de nuevos presos, habría que construir una nueva cárcel.
Juan Manuel González
Eduardo Bittar, presidente del Colegio de Abogados (Pedro Castillo / La Voz)
Eduardo Bittar fue electo presidente del Colegio de Abogados de Córdoba con una clara mayoría. Llaryorista puro, trazó una alianza con una buena parte de los abogados radicales: su vicepresidenta es la actual concejala Verónica Garade, una espada de Ramón Mestre. En su alianza también participaron dirigentes del PRO, abogados que se referencian en Mario Negri y hasta los libertarios satélites de Gabriel Bornoroni, el jefe del bloque libertario en Diputados.
–¿Qué tiene el Colegio de Abogados que lo hace tan atractivo a la política?
–Yo diría qué tiene la abogacía que hace a esa actividad tan importante a la política. La respuesta es el equilibrio en una sociedad es con un sistema de justicia, por eso la abogacía tiene mucha importancia.
–¿Cuál es la principal demanda de abogados y abogadas de Córdoba y que representa para usted su principal desafío de gestión?
–El principal desafío es lograr posicionarnos de manera tal que el sistema social, judicial y político entiendan que los abogados somos parte esencial de la Justicia; no podemos ser visto como una parte separada porque todos los problemas de la abogacía repercuten luego en el servicio de justicia. El funcionamiento del sistema judicial, al cual todos los ciudadanos recurrimos en distintos momentos de nuestras vidas, sí o sí están unidos a las condiciones en que un abogado o una abogada desempeña su tarea. El abogado es la primera piel de los problemas de quien recurre a la Justicia. La Justicia sin el trabajo del abogado no existe.
–¿La sociedad percibe que los abogados son parte de una “casta”?
–No, en absoluto. Quizá fue una percepción de otros tiempos, cuando había menos abogados y las condiciones económicas eran otras. Hoy, la sociedad cordobesa debe saber que en Córdoba son 13.000 familias de trabajadores: hay muchos abogados y abogadas, especialmente los que recién se inician, que no pueden llegar ni siquiera a las condiciones de ingresos equivalentes al salario, mínimo, vital y móvil. ¿Cuál es la casta?
–¿Y los abogados que administran Justicia, jueces, fiscales y funcionarios, no son una casta?
–Los (empleados) judiciales son más de seis mil en la provincia de Córdoba y también son trabajadores, son colegas que por tener un empleo público no son un casta...
–Me refería a la magistratura.
–La magistratura cumple una función derivada de la Constitución. En definitiva, es la institución que va a definir los conflictos más complejos de nuestra sociedad. Si hay gente que se refiere a la magistratura como “casta”, es porque entiende que son funcionarios permanentes con salarios intangibles. No creo que eso sea “casta”.
–De acuerdo con los datos que el Colegio de Abogados dispone, ¿cuál es el fuero más complicado actualmente?
–La mayor cantidad de los 467.000 juicios iniciados, 247.000, son los juicios del Estado contra la gente por temas fiscales. Estamos frente un problema económico tremendo en nuestro país, donde la gente lo primero que hace, y acá lo vemos reflejado en la cantidad de juicios fiscales, es dejar de pagar impuestos. Esta foto nos confirma que hay mucha gente que la está pasando mal. Después está el fuero de violencia familiar, que está escindido del fuero de familia, y que concita 58.311 causas, casi lo mismo que todo el fuero civil, que analiza 57.912 casos. Observamos toda esta complejidad que está trayendo una degradación social y económica muy concreta. Estas estadísticas también demuestran que en Córdoba no hay una industria del juicio: el fuero laboral solamente tiene 25.000 causas...
–Sin embargo, hay una narrativa muy potente respecto de la existencia de una industria de juicio que ha dificultado la creación de empleo y bloquea inversiones.
–Lo que traba cualquier tipo de inversión es la complejidad política. No creo que porque un abogado defienda a un trabajador o defienda a una empresa eso implica que se va a trabar una inversión. Para hacer una inversión lo primero que se ve el clima de estabilidad política, el clima de seguridad jurídica y cuánto es la carga impositiva. La tasa de empleo está estancada hace muchos años, y no creo que sea producto de la actividad de la abogacía que defiende los derechos de las partes, sino que se da por el estancamiento económico.
Eduardo Bittar en el Colegio de Abogados (Pedro Castillo / La Voz)
–Desde la mirada de los abogados, ¿hacen falta en nuevas cárceles en Córdoba?
–Evidentemente sí, porque lamentablemente ha habido un creciente aumento de detenciones. Desde diciembre a esta parte la cantidad de detenidos pasó de 13.000 a 14.200; 1.200 detenidos más en sólo cinco meses. Indudablemente se requiere una inversión, pero hace falta poner un ojo en eso y mejorar las condiciones de los detenidos.
–¿Son necesarios más juzgados federales, que es donde recaen las causas de delitos complejos como narcotráfico y lavado de activos?
–Hace falta que el sistema federal lo sea en serio. Cómo puede ser que todo el sistema federal de las provincias sostenga la Justicia en la Ciudad de Buenos Aires. La Justicia que nos falta en Córdoba es la Justicia que estamos pagando para la Ciudad de Buenos Aires, cuyo fueros ordinarios se llevan el 40 por ciento del presupuesto. Eso realmente es una anomalía, y eso es urgente que lo corrija el Congreso.
–¿Alcanza con la cantidad de funcionarios y empleados judiciales que hay en Córdoba?
–La conflictividad social crece, son mucho más los juicios que entran de los que se resuelven, entonces puede haber un embudo en el sistema, y aunque la oralidad ayudó, hacen faltan más juzgados, más fiscalías y más empleados. En ese punto, creo que sería interesante generar alguna manera para que en el Poder Judicial existan otras formas de contratación para atender contingencias extraordinarias.
–¿Cuál será la principal propuesta del Colegio de Abogados al Tribunal Superior de Justicia?
–El principal problema que tenemos es el de nuestros honorarios profesionales que realmente están muy vapuleados y deben ser considerados de carácter alimentario. Estoy cansado de ver sentencias donde se gana un juicio, ese colega llevó todo el proceso e incluso fue novedoso en su planteo, situación que suele ser ponderada por la misma sentencia, y la regulan sus honorarios al mínimo. Es incomprensible. Necesitamos hacer reformas legislativas para garantizar la incolumidad de nuestros honorarios.
–¿Hay demagogia de los jueces que cobran salarios altos y pretenden que los abogados cobren honorarios bajos?
–Yo diría que no sé si (la magistratura) tiene la conciencia plena de lo que sale montar un estudio y tener gente a cargo, no sé si tiene conciencia plena de los gastos que tenemos que enfrentar, no sé si tiene conciencia plena de que hay casi 3.000 colegas que no tienen obra social ni prepaga, no sé si hay una conciencia plena de que casi esa cantidad de colegas hoy no están llegando unos ingresos mínimos, no sé si se sabe realmente que hay muchos colegas están haciendo cualquier otra actividad por esta situación. Somos parte esencial de la Justicia, y tener profesional mal pagos deteriora el sistema judicial.